Ayer rocé el coche.

[kiksanta]

Inesperado. Eterno y sólo dura unos segundos. Ese lado agazapado, escondido detrás de tu mirada, a un lado en tu cogote más cerca de lo que parece que se queda atrás. Se escucha el golpe, chirrido, la flatulencia que te llega al alma, el crack, el zas. Momento en que cierras y abres los ojos y sientes que te han cortado a navaja la piel. El tiempo se detiene y piensas si ha sido un sueño. Miras a tu alrededor preguntándote qué has hecho para que te pase. Bajas la mirada, y vuelves a poner atención, te detienes. Despacio, paras, apagas el motor y lentamente, bajas. Te tiemblan las piernas. Actúas mecánicamente. No quieres mirar pero debes hacerlo. Vas donde donde lo escuchaste. Momento triste, agónico y ahí está: El roce. El primero que haces a tu coche nuevo, ese que lo cambia todo. El que dice que ya no tienes un coche recién comprado, el "qué dirán y cómo lo has hecho" que lo transforma de máquina perfecta que te lleva desde tu casa al trabajo pasando por la aventura del tráfico urbano a utilitario de día a día a sensación de camisa sudada, a recordatorio de funeral, a ya lo lavaré la próxima semana. Te agachas y palpas del desperfecto con la mano, como si de una escultura moderna se tratara y no entiendes porqué está allí pero te como dicen los expertos da sensaciones y muy malas vibraciones. Impotencia, humildad, desconcierto, rabia. Ese boyo, roce, grieta, desconchado de pintura en la chapa que te lleva al estado contradictorio de ser el más humano al más animal. Hyde va tomando el poder y te hace soltar la blasfemia más gorda y cierras los puños y preguntas: "¿Por qué a mi?" No eres ya el perfecto conductor que te creías que eras. Has bajado al nivel de rey de los tontos por no haber medido bien las distancias. La puerta del garaje o esa columna, aquella pared te demuestran que eres un simple mortal. Ya tu coche no es el mismo, ni será el mismo. Esa imperfección en su superficie, la sientes como si te abrieran la piel. Hasta el olor a nuevo desapareció por un momento. Piensas si la máquina de lavado por tres euros quitará el arañazo, pero en el fondo y como mínimo el rascado de tu cartera, 200 euros en reparación no te los quita nadie.

[elruedas]

Re: Ayer rocé el coche.

Inesperado. Eterno y sólo dura unos segundos. Ese lado agazapado, escondido detrás de tu mirada, a un lado en tu cogote más cerca de lo que parece que se queda atrás. Se escucha el golpe, chirrido, la flatulencia que te llega al alma, el crack, el zas. Momento en que cierras y abres los ojos y sientes que te han cortado a navaja la piel. El tiempo se detiene y piensas si ha sido un sueño. Miras a tu alrededor preguntándote qué has hecho para que te pase. Bajas la mirada, y vuelves a poner atención, te detienes. Despacio, paras, apagas el motor y lentamente, bajas. Te tiemblan las piernas. Actúas mecánicamente. No quieres mirar pero debes hacerlo. Vas donde donde lo escuchaste. Momento triste, agónico y ahí está: El roce. El primero que haces a tu coche nuevo, ese que lo cambia todo. El que dice que ya no tienes un coche recién comprado, el "qué dirán y cómo lo has hecho" que lo transforma de máquina perfecta que te lleva desde tu casa al trabajo pasando por la aventura del tráfico urbano a utilitario de día a día a sensación de camisa sudada, a recordatorio de funeral, a ya lo lavaré la próxima semana. Te agachas y palpas del desperfecto con la mano, como si de una escultura moderna se tratara y no entiendes porqué está allí pero te como dicen los expertos da sensaciones y muy malas vibraciones. Impotencia, humildad, desconcierto, rabia. Ese boyo, roce, grieta, desconchado de pintura en la chapa que te lleva al estado contradictorio de ser el más humano al más animal. Hyde va tomando el poder y te hace soltar la blasfemia más gorda y cierras los puños y preguntas: "¿Por qué a mi?" No eres ya el perfecto conductor que te creías que eras. Has bajado al nivel de rey de los tontos por no haber medido bien las distancias. La puerta del garaje o esa columna, aquella pared te demuestran que eres un simple mortal. Ya tu coche no es el mismo, ni será el mismo. Esa imperfección en su superficie, la sientes como si te abrieran la piel. Hasta el olor a nuevo desapareció por un momento. Piensas si la máquina de lavado por tres euros quitará el arañazo, pero en el fondo y como mínimo el rascado de tu cartera, 200 euros en reparación no te los quita nadie.

madre mia,madre mia,madre mia,todo esto por un roce,no me corto las venas porque me he quedado helado,atonito,obnubilado al leerlo, ya veras como a partir de ahora ya no te va a importar tanto y llevaras una vida relajada, porque has estado sufriendo dia a dia hasta que ha llegado este momento de placer sumo.

[Jbl]

Re: Ayer rocé el coche.

Hummm, profundo, muy profundo...

Que digo que si el arañazo es gordo...
Un Saludote.

[maloplas]

Re: Ayer rocé el coche.

Menos mal que no fue un siniestro... se nos mata a cabezazos contra el teclado! XDDD

Compi, siento lo del roce! Sin duda, es una put*da. A ver si lo tienes arreglado pronto.

Ánimo!

[bunbury]

Re: Ayer rocé el coche.

mándales esa carta al seguro que igual te hacen rebaja jajajaja

[flateric]

Re: Ayer rocé el coche.

Una pena lo del arañazo, pero una gozada leer tu post, por el fino humor y por la perfecta redacción, tan esquiva por estos lares

Me quito el sombrero

[Vespi]

Re: Ayer rocé el coche.

[ivlumar]

Re: Ayer rocé el coche.

Tranquilo hombre, jejeje. Conozco ese sentimiento, jajaja esa primera vez que rozas tu coche nuevo... Afortunadamente, si compras un poco de pulimento + abrillantador de algún centro comercial, se quita muchísimo y queda genial si el arañazo no es muy profundo... Si es un arañazo profundo, puedes pedir un poquito de pintura de tu coche (lo pone en la puerta del conductor) y catalizador para hacer tu propia mezcla y siendo muy fino pintarlo con un pincelito de brocha con punta fina. Lo de la pintura te costará unos 12€, según he leído por ahí...

Saludos.

[Txuchin]

Re: Ayer rocé el coche.

Mi primer coche fue de segunda mano. Cuando conseguí reunir suficiente dinero lo lleve a pintar, del color que me gustaba.
Cuando lo recogí era mucho mejor que un coche nuevo, un ave Fenix resurgida, y era mio.
Emocionado, salí con él del taller; la calle estaba cortada por un par de tontos con coche que habían coincidido allí. Retrocedí unos pocos metros para girar por la calle adyacente. Un contenedor metálico asomaba su traidora garra fuera de mi visión (en aquel entonces los coches no llevaban retrovisor a la derecha).
Sentí como tú el cuchillo que se clavaba en la carne de mi criatura. Uno de los peores recuerdos de mi vida, pero con el tiempo lo verás, duele, pero pronto se convertirá en una, una más, quizá la primera, de las muchas cicatrices que te dejará la vida.
Es la hora de aprender a distinguir la realidad de lo virtual, lo importante de lo accesorio. Duele si, pero se cura fácil................. solo con un poco de dinero.
Yo la dejaría como escapulario que puedes mirar cuando la vida te depare alguna bofetada de verdad, así puedes mirarla y decirle: la verdad es que no eras tan importante.
Muy emocionante tu relato.
Suerte